Hoy en día y según mi punto de vista, ser un profesional sostenible consiste en una actitud que se refleja en cinco aspectos:
- Conciencia por el medio ambiente
El cambio climático, la protección de especies animales en peligro de extinción, emisiones de CO2,… Hay que desarrollar hábitos, compartirlos y promover su uso para que las futuras generaciones puedan disfrutar de las maravillas del planeta Tierra como lo ha hecho la nuestra. - Performance y resultados prolongados en el tiempo
Los resultados a largo plazo son los que dan consistencia y valor a las carreras profesionales. La especulación y vivir de rentas son comportamientos de corto plazo, pueden dar réditos pero son difíciles de mantener. Hay que impulsar una actitud de mejora continua para que cada vez seamos más eficientes en nuestra actividad.
- Crear relaciones profesionales y personales a largo plazo
Hoy en día es fundamental vivir conectado y en contacto activo con grupos de personas que comparten su conocimiento. Estas relaciones se basan en la confianza generando beneficios para las dos partes a largo plazo. Hay que estar dispuesto a compartir para poder aceptar la ayuda que nos puedan dar.
- Crecimiento profesional continuo
La formación continua, desarrollar habilidades y aptitudes de largo recorrido dan solidez a nuestra imagen y marca personal. Es bueno ser una persona curiosa y con diversidad de intereses. Y si gestionamos un equipo de personas hay que dar las herramientas para favorecer su desarrollo personal y profesional. Hacer crecer a otra persona es otra forma de crecer uno mismo.
- Sensibilidad por la sociedad donde se desarrolla la actividad profesional
La realidad se impone y no podemos vivir en una burbuja ajenos al ciclo económico. Las personas y las empresas con una holgada situación económica tienen una obligación moral por contribuir, en función de sus posibilidades, a mejorar las condiciones de vida de las personas con dificultades.
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